Edgar Allan Poe
19 de enero de 1809 en Boston – 7 de octubre de 1849 en Baltimore
El poeta americano es considerado por muchos el creador del relato policiaco, pero es famoso sobre todo por sus cuentos fantásticos, de terror, góticos y, según algunos, enfermizos.
Su vida podría ser un cuento fantástico por diversos motivos: fue adoptado, se casó con su prima de trece años que murió diez años después. Se dio a la bebida y comenzó una carrera autodestructiva que terminó con una misteriosa muerte en Baltimore. Fue encontrado en moribundo en una taberna, con ropas harapientas que no eran suyas, y fue llevado al hospital donde murió unos días después.
Parecía beber para acallar las voces que llegaban a él desde el abismo, podía «oír el sonido de las tinieblas deslizándose desde el horizonte». Quizás era una de esas personas que tiene un contacto con esa dimensión desconocida, solo accesible para unos pocos elegidos. Aquellos que nos lo comunican a través del arte y de la literatura.
Sus monstruos más terribles, los que habitaban su alma, eran los protagonistas de relatos como La caída de la casa Usher, El gato negro o El corazón delator. Y su amor por las jóvenes enfermizas, las bellas muertas, es un género en sí mismo.
Toda la creación de Poe ha influenciado la cultura de épocas posteriores y ha dado origen a magníficas películas y libros ilustrados.